Firma deberá reponer miles de hectáreas deforestadas

Una empresa deberá reponer cerca de 2.000 hectáreas de bosques que fueron deforestados en una propiedad en el Chaco. Además, deberá adquirir certificados de servicios ambientales. Todo empezó tras una denuncia de una ONG que cruzó datos de información pública con rastreo satelital de la deforestación en la Región Occidental.

Firma deberá reponer miles de hectáreas deforestadas.
Firma deberá reponer miles de hectáreas deforestadas.ABC Color

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La firma Dasca S.A.G.A.C.I. deberá recomponer más de 1.800 hectáreas de bosques naturales que deforestó en su reserva legal y además deberá adquirir 200 certificados de servicios ambientales, como parte de un acuerdo firmado en el Juzgado de Primera Instancia Multifuero de la Ciudad de Mariscal Estigarribia, Departamento de Boquerón, Chaco Paraguayo, ante el juez Óscar Fabián Gómez Melgarejo.

El acuerdo fue firmado luego de la audiencia preliminar que se realizó el pasado 28 de julio.

En dicha audiencia, el imputado (presidente de la firma DASCA S.A.G.A.C.I.) admitió la comisión del hecho punible de deforestación de la reserva legal de bosques naturales de 1.860 hectáreas de la estancia de 10.025 hectáreas ubicada en la Colonia Ñane Mba’e del distrito de Mariscal Estigarribia, cuya titularidad pertenece a la firma DASCA S.A.G.A.C.

El representante de la firma se comprometió, luego de acordar con el Ministerio Público y la querella adhesiva, a recomponer el daño ambiental causado, mediante la clausura del área deforestada a perpetuidad, no habilitando su uso y solo realizar las actividades de regeneración de la naturaleza y recomposición ambiental que determine el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES).

Además, el imputado se comprometió a adquirir 200 certificados de servicios ambientales de una ecorregión chaqueña por el período de cuatro años, en carácter de indemnización del daño ambiental causado. De este modo, se cumplió a cabalidad con la disposición constitucional que establece que “todo daño al ambiente importará la obligación de recomponer e indemnizar”.

Como consecuencia de esta audiencia, el juzgado hizo lugar a la suspensión condicional del procedimiento estableciendo un período de prueba de dos años a favor del imputado, condicionado al cumplimiento de condiciones y reglas de conducta, y al cumplimiento a cabalidad del acuerdo mencionado.

La denuncia por deforestación fue presentada por el Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA) el 19 de junio de 2019, luego de procesar información pública (datos del inmueble que constan en la base de datos del Servicio Nacional de Catastro y declaración de impacto ambiental que consta en el sitio web del MADES) junto con el procesamiento y análisis de imágenes satelitales actualizadas. De esta forma, se detectó que en el inmueble se había eliminado la reserva legal de bosques durante la vigencia del tristemente célebre Decreto 7702, pero sin contar con licencia ambiental que permitiera la eliminación de la superficie boscosa.

De acuerdo a los informes presentados por IDEA, el área arrasada equivale al 14,5% de la superficie de la ciudad de Asunción, o casi el 5% del total de deforestación ilegal oficialmente estimada por el Instituto Forestal Nacional (INFONA) en el Chaco durante un año.

Luego de la apertura de la investigación, que estuvo a cargo del Agente Fiscal Andrés Eduardo Arriola Ramírez, se comprobó preliminarmente la veracidad de la denuncia mediante pericia de la Dirección Especializada de Delitos Ambientales del Ministerio Público, a cargo del Ing. Daniel Aguadé; se llamó a declaración indagatoria al imputado y, posteriormente, se solicitó, a instancia del denunciante, un nuevo informe técnico que corroboró la deforestación y la magnitud del daño que se había causado.

IDEA solicitó intervenir en calidad de querellante adhesivo para ser parte en la causa y poder contribuir a obtener un resultado favorable para el ambiente. Invocó el artículo 38 de la Constitución que faculta a toda persona “a reclamar a las autoridades públicas medidas para la defensa del ambiente”, entendiendo que el ambiente es un bien de índole colectivo y su daño coloca en calidad de víctima de hechos punibles que atenten contra él a toda persona.

Aceptada la intervención de IDEA por parte del juzgado, se inició la negociación con la defensa técnica del imputado con un único fin: hacerle justicia al ambiente.

Según un informe de IDEA, el mayor desincentivo para deforestar es no poder aprovechar el área deforestada: se pierde la “inversión” realizada en deforestar (cuyo costo oscila entre 300 y 500 dólares la hectárea) y no se puede utilizar el área para actividades agrícolas o ganaderas, por lo cual no se puede ganar dinero aprovechándose del ilícito cometido. Si deforestar es “mal negocio” no hay racionalidad alguna en seguir haciéndolo. Este es el principal logro de este proceso judicial.

“Lastimosamente, hay varios antecedentes de delitos ambientales en los que, por una u otra razón, se ha permitido a los delincuentes ambientales aprovecharse y ganar dinero con el fruto de sus delitos, pagando solo una “multa” y una donación a una escuela, un centro de salud o una fundación. Esto hasta se ha tornado parte del negocio, incluyendo estas erogaciones en los costos de “inversión”, señala el informe de prensa de la ONG.

Información pública facilitó denuncia

“La denuncia, la intervención como querellante de IDEA y la negociación de este acuerdo tuvieron como propósito demostrar que es relativamente fácil y barato detectar deforestación usando información pública; y que se puede desincentivar la ilegalidad ambiental de manera racional y con apego a la ley”, agrega el informe de la organización dedicada a la defensa del mediambiente y al derecho de acceso a la información.

Todo este proceso se vería facilitado si el Paraguay ratificara el Acuerdo de Escazú, el cual, precisamente, facilita el acceso a la información, la participación y el acceso a la justicia en temas ambientales.

“El área deforestada ya no será nunca más un bosque primario; sin embargo, con el tiempo, podrá reconvertirse en un bosque secundario de especies nativas, recomponiendo en parte los servicios y productos del ecosistema destruido, y podrá servir como lugar de investigación para estudiar los procesos de regeneración del bosque nativo. Un bosque secundario recupera en parte los servicios que permiten entre otros la captura y el almacenamiento de agua, el mantenimiento de los suelos, la polinización, el amortiguamiento del clima, lo cual debería contribuir a tomar mejores decisiones sobre manejo y restauración del paisaje boscoso del Chaco. Este desequilibrio entre los servicios ambientales que provee un bosque primario antes de ser dañado y los que proveerá en el proceso de regeneración queda jurídicamente compensado –aunque quizás no ecológicamente- con la indemnización que, en este caso, será destinada a mantener superficies boscosas que, de otro modo, podrían ser objeto, dentro del marco de la ley, de cambio de uso de suelo. Esto es, la indemnización implica que una porción de bosques nativos siga prestando servicios ambientales”, señalaron desde IDEA.

La denuncia inicial presentada por IDEA era por la deforestación de tres propiedades, totalizando unas 4.000 hectáreas, todas ellas de manera innominada pero consignando los datos georreferenciados para facilitar el trabajo del Ministerio Público. Entre las tres propiedades, el caso de DASCA S.A.G.A.C.I. era el que mayor superficie contemplaba. Las otras dos están ubicadas en el Departamento Alto Paraguay y su investigación también está a cargo del fiscal Arriola.

Al respecto, Arriola señaló que “estas causas están siendo investigadas, aunque de manera un poco más lenta por la sobrecarga laboral que existe en la zona chaqueña. Pero esperamos avanzar y tener novedades pronto. Ojalá con el mismo resultado auspicioso que en este caso”.

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