Mediante la obtención de una investigación, el Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA) concluyó que la contaminación de la Laguna Cerro es consecuencia directa de la impericia y no hubiera ocurrido si el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) y la Municipalidad de Limpio hubieran cumplido con sus obligaciones legales.
Esta conclusión se basa en documentos del Mades, obtenidos ejerciendo el derecho de acceso a la información pública, imágenes satelitales y una verificación in situ de la Laguna Cerro.
La publicación de IDEA señala que ya en el 2019 se daban hechos irregulares, incluso antes de operar la firma sospechosa del delito WalTrading S.A y que fueron avaladas por el Ministerio del Ambiente.
Siempre según el informe, el acta de fiscalización del Mades, del 7 de mayo de 2019, indica que “con respecto al lugar donde se halla ubicada la planta de tratamiento, actualmente se encuentra inundada por la laguna San Francisco, por lo que se debe replantear la instalación de la planta de dicho proyecto”.
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Sin embargo, la construcción no se detuvo a pesar de que se constató la “ocurrencia de efectos no previstos (artículo 11, Ley 294/93), lo cual obliga, precisamente, a realizar una nueva evaluación de impacto ambiental”.
Sin bien en ese momento no hubo contaminación porque el establecimiento aún no se encontraba operando, era claramente una señal de que la planta de tratamiento de efluentes puede ser alcanzada por la subida de las aguas y que si eso ocurriera la contaminación se dispersaría.
Como segundo punto, el informe cuestiona que el estudio de impacto ambiental de WalTrading S.A. afirma que se iban a utilizar 11.500 litros de agua por día y que se reutilizaría todo el efluente, y que cuando ese efluente no sea suficiente usarán agua, sin mencionar de dónde la absorberían.
Además, la empresa afirma que en caso de suma urgencia o necesidad, el efluente tratado bajo las exigencias correspondientes será emitido al río, pero no se menciona cuáles serán los casos de urgencias, ni cómo tratarán los efluentes.“Peor aún, no hay una sola referencia a cuáles serían las medidas de mitigación y compensación cuando el establecimiento deba cerrar”, se lee en el escrito.
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De acuerdo con el Instituto, la firma empezó a construir su establecimiento industrial antes de contar con la licencia ambiental, lo cual está prohibido. “O la firma empezó la construcción sin permiso alguno o lo obtuvo de manera irregular”, menciona la publicación.
En otro punto, se reprocha que ante un pedido de apertura de camino, el Mades haya omitido alevosamente ciertos análisis, por lo cual no se percató que el camino partiría y represaría la laguna.
“Y acá no hay invocación a restricciones presupuestarias de ninguna índole: los costos de la Dirección de Geomática ya están cubiertos por el presupuesto, así como la señal de internet y las computadoras de la Dirección General de Control de Calidad Ambiental y de los Recursos Naturales (Dgccarn). Y, como ya dijimos, la versión gratuita de Google Earth permitía visualizar el lugar. Pura negligencia”, denuncia.
Agrega que la apertura de caminos sí requiere someterse al procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Y que por otro lado, “resulta inconcebible que los funcionarios de la Municipalidad de Limpio no se hayan percatado de la construcción de este camino –que a todas luces era irregular– y que no hayan intervenido deteniendo de inmediato su construcción”.
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La investigación también sugiere fiscalizar a la empresa Leather & Company S.A.” (LECOM) vecina de WalTrading S.A. y cuyo fondo de su establecimiento linda con la cabecera de la Laguna Cerro.
Mades debe presentar pruebas
Así como determinar aún cuáles son las fuentes de contaminación de la Laguna Cerro, aunque son claros los indicios de que las sustancias que han contaminado el cuerpo de agua provendrían de la industria de cuero y que se ha visto agravado por el estancamiento de las aguas ocasionado por el terraplén que es la base del camino construido sobre la laguna.
Según IDEA, el Mades no probó que el establecimiento de WalTrading S.A. efectivamente se encontrara funcionando. De otro modo, de sus propias actas surgiría lo contrario. Además, no identificó el proceso principal en el que la haría valer.
“En esas condiciones, el juez de primera instancia no podía hacer otra cosa más que rechazar la solicitud, o bien, si hubiera contado con elementos de convicción suficientes que acreditaran prima facie que WalTrading S.A. estaba operando y contaminando la Laguna Cerro podría haber hecho uso de las facultades ordenatorias e instructorias que le otorgan el artículo 18 del Código Procesal Civil. Sin embargo, como vimos, nada de eso produjo el Mades”, lamenta el instituto ambiental y económico.
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Por otra parte, describe que resulta ilógico que tal medida la promueva una institución que por sí tiene facultades legales para clausurar locales y suspender actividades (Art. 30, Ley 1561/01).
Resalta que si el Mades ordena la suspensión de efectos de una licencia ambiental y luego la cancela, quien era titular de esta no podría realizar actividad alguna y, si la realizara, se expondría a sanciones de índole penal (Art. 5, Ley 716/96).
Finalmente, se subraya que, lastimosamente, los procedimientos en materia ambiental están orientados a sancionar y no a reparar el daño. “De nada nos servirán las multas administrativas o las condenas penales en suspenso si no se repara el daño ambiental”, puntualiza.
